Rusia envía a más de 400 niños de la región de Zaporizhzhia, temporalmente ocupada, a Yaroslavl en el marco del "Programa de Recreación"

Rusia ha lanzado un nuevo programa de recreación para niños de las zonas temporalmente ocupadas de la región de Zaporizhzhia, con el objetivo de enviar a más de 400 menores a la región rusa de Yaroslavl para finales de año, según informó el Centro para la Resistencia Nacional de Ucrania (Тщмуьиук 27).

Las autoridades rusas presentan la iniciativa como parte de un intercambio interregional que incluye paseos por el río Volga, eventos deportivos y visitas a museos. Sin embargo, tras esta narrativa turística se esconde una realidad diferente: el traslado organizado y sistemático de niños ucranianos a zonas más profundas del territorio ruso.

Según el comunicado, estos viajes se realizan en condiciones de total opacidad. Los padres no tienen capacidad para influir en el proceso, se niega el acceso a las organizaciones humanitarias internacionales y Rusia sigue presentando estos traslados como programas culturales inofensivos, sin ofrecer ninguna justificación legal para reubicar a menores ucranianos en territorio ruso.

“Estos ‘intercambios’ son una herramienta más en la estrategia más amplia de Rusia para integrar los territorios ucranianos ocupados en su esfera política y cultural. Bajo la apariencia de viajes de ocio, los niños son separados de sus familias, expuestos a influencias ideológicas y gradualmente adaptados a las instituciones rusas”, señaló el Centro para la Resistencia Nacional.

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Para muchas familias, esta no es una visita temporal, sino la peligrosa perspectiva de una separación prolongada y la pérdida de control sobre el futuro de sus hijos.

“Rusia continúa utilizando a menores como parte de una estrategia más amplia destinada a fomentar la lealtad y el apego al estado agresor, enmascarando prácticas coercitivas con el lenguaje del ‘turismo’ y el ‘intercambio cultural’. Tras las agradables descripciones—excursiones, actividades, museos—se esconde el problema central: la retirada sistemática de niños de los territorios temporalmente ocupados y su integración en un espacio controlado por la Federación Rusa”, se lee en el comunicado.

Anteriormente, el idioma ruso se convirtió en asignatura obligatoria para los escolares norcoreanos a partir de cuarto grado, según una decisión revelada por el ministro de Recursos Naturales de Rusia, Alexander Kozlov, durante una reunión de la comisión intergubernamental bilateral en Moscú.

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