#ataque ruso

«Estábamos literalmente a un edificio de morir», dice uno de los supervivientes del ataque de esta mañana en Kyiv. Su casa, un edificio de apartamentos alcanzado directamente por un misil ruso, tiene ahora un enorme agujero que abarca nueve pisos.

Para muchos es difícil imaginar cómo es la vida en una ciudad bajo el fuego de los cohetes. Pero para millones de personas en Kyiv, cada vez es más difícil imaginar cómo era la vida en una ciudad pacífica. A través de la adaptación a la que la guerra rusa ha sometido a Kyiv, la gente ha aprendido no sólo a soportar sino, a veces, a vivir e incluso a prosperar en las circunstancias más duras.

Rusia ha comenzado a desplegar una versión más avanzada de su sistema de bombas planeadoras que ahora puede atacar objetivos a casi 100 kilómetros del punto de lanzamiento, ampliando el alcance de la amenaza para incluir todo Kharkiv, Sumy y zonas más al sur.