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Rusia habló del apocalipsis, Trump sacó a relucir los submarinos y el Kremlin dio marcha atrás de inmediato
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
El Kremlin ha dado marcha atrás en sus amenazas nucleares públicas tras un enfrentamiento en las redes sociales entre funcionarios rusos y el presidente estadounidense Donald Trump, que culminó con el despliegue de submarinos nucleares estadounidenses cerca de aguas rusas.
A principios de este mes, el expresidente ruso Dmitry Medvedev publicó una serie de declaraciones provocadoras en Internet, entre las que se incluía una referencia al llamado sistema de represalia nuclear «Mano Muerta» de Rusia. Sus amenazas iban acompañadas de un lenguaje gráfico sobre la posible aniquilación de Estados Unidos.
En respuesta, el presidente Trump ordenó que dos submarinos de propulsión nuclear se acercaran a Rusia. Cuando los periodistas le preguntaron el 3 de agosto sobre el estado del despliegue, Trump respondió: «Los submarinos ya están donde deben estar».
Ante esta escalada, el Kremlin cambió abruptamente su tono. El portavoz Dmitry Peskov se negó a abordar directamente las declaraciones de Trump, afirmando que la presencia de submarinos estadounidenses en patrulla es «un proceso permanente» y no algo sobre lo que Rusia desee comentar.
«No queremos participar en batallas retóricas como esta», dijo Peskov durante una rueda de prensa el 4 de agosto. «Abordamos todas las declaraciones relacionadas con cuestiones nucleares con mucha cautela».
Peskov también afirmó que Rusia mantiene una «postura responsable» en materia de armas nucleares y no proliferación. Reiteró que la postura de Putin sobre cuestiones nucleares es «bien conocida» e instó a todas las partes a actuar con moderación en la retórica nuclear.
A pesar de las declaraciones anteriores de Medvédev, el Kremlin parece ahora poco dispuesto a seguir adelante y no ha respondido a la demostración de fuerza estadounidense. El drástico cambio de las amenazas apocalípticas a los llamamientos a la calma pone de relieve la disparidad entre la bravuconería en Internet y las consecuencias en el mundo real.
El despliegue de submarinos por parte de Trump, pensado como respuesta directa a las amenazas nucleares, ha hecho que Moscú se retracte de sus propias palabras y sustituya las encendidas amenazas de Medvédev por un silencio estratégico.
