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Según informes, el edificio del Gabinete de Ucrania fue alcanzado por un misil ruso Iskander-K, cuya ojiva de 450 kg no explotó.
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Un misil de crucero ruso Iskander-K impactó contra el edificio del Gabinete de Ministros de Ucrania durante el ataque masivo perpetrado por Moscú durante la noche del 7 de septiembre, con una ojiva de 450 kilogramos que no llegó a detonar, según un análisis de los fragmentos del misil obtenido por el medio de comunicación ucraniano especializado en defensa Defense Express el 8 de septiembre.
El hallazgo desmiente las primeras hipótesis de que el complejo gubernamental del centro de Kyiv había sido alcanzado por un dron Shahed. En cambio, los investigadores confirmaron que fue alcanzado por un misil de crucero 9M727, que forma parte del sistema de misiles tácticos operativos Iskander de Rusia.
Aunque la ojiva no explotó, el combustible de los tanques del misil se incendió, provocando un incendio en los pisos superiores del edificio del Gabinete, señaló Defense Express.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Rusia lanzó nueve misiles de crucero Iskander durante el ataque, cuatro de los cuales fueron interceptados.
El bombardeo también incluyó cuatro misiles balísticos, ninguno de los cuales fue derribado, y una cantidad sin precedentes de 810 drones de diversos tipos. Las defensas ucranianas lograron destruir 747 de ellos.
El 9M727, también conocido como Iskander-K o R-500, se cree que es una variante terrestre del misil de crucero Kalibr, según escribió Defense Express.
Rusia lo ha utilizado ampliamente en ataques contra ciudades ucranianas. Uno de sus usos más notorios fue el ataque de 2023 contra el teatro dramático de Chernihiv.
Al igual que gran parte del arsenal de misiles de Rusia, el 9M727 incorpora microelectrónica de fabricación occidental procedente de mercados civiles, gran parte de ella fabricada en China.
Defense Express destacó que si la ojiva de 450 kg del misil hubiera detonado como estaba previsto, la magnitud de la destrucción del edificio del Gobierno central de Ucrania habría sido mucho mayor.
Anteriormente, el enviado presidencial estadounidense Keith Kellogg declaró que el ataque con misiles de Rusia contra un edificio gubernamental en Kyiv no puede considerarse una señal de que Moscú esté dispuesto a poner fin a la guerra por la vía diplomática.
