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Un diminuto misil del tamaño de una baguette está listo para anular la ventaja rusa en drones
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
Una empresa de defensa estonia presentó un misil en miniatura diseñado para contrarrestar ataques masivos con drones: una alternativa de bajo costo destinada a fortalecer las defensas aéreas de la OTAN frente al creciente uso de sistemas no tripulados por parte de Rusia, según informó The Telegraph el 10 de noviembre.
Frankenburg Technology, con sede en Tallin, está desarrollando el "Mark 1", un interceptor compacto del tamaño aproximado de una baguette.
El misil mide 65 centímetros de largo y está diseñado para la defensa de corto alcance, con un alcance de aproximadamente 1,9 kilómetros y un precio cercano a los 50.000 dólares por unidad, según The Telegraph.
Kusti Salm, director ejecutivo de la empresa y exfuncionario de defensa estonio, afirmó que el objetivo del proyecto es lograr una defensa aérea asequible y escalable. “No tenemos miedo de decir que los estamos fabricando para derribar drones rusos de largo alcance”, dijo Salm a The Telegraph, y agregó que tales sistemas serán esenciales para la defensa occidental en la próxima década.
El Mark 1 está guiado por inteligencia artificial y diseñado para operar de forma autónoma tras su lanzamiento, sin necesidad de un enlace de datos continuo con una unidad de control. Esta característica reduce su vulnerabilidad a las interferencias y las interrupciones de la red. A pesar de su pequeño tamaño, el misil integra una ojiva, combustible y sensores, lo que convierte la precisión en un importante desafío de ingeniería.
Actualmente, el Mark 1 alcanza una precisión de aproximadamente el 56 %, y la empresa aspira a llegar al 90 % a medida que avance la producción. Su asequibilidad contrasta con la de sistemas occidentales de alta gama como el interceptor Patriot, cuyo coste asciende a millones de dólares por misil.
Según The Telegraph, Frankenburg ha establecido plantas de fabricación en dos países de la OTAN, con el objetivo de producir cientos de misiles al día. El equipo de ingeniería de la compañía incluye especialistas que trabajaron anteriormente en los programas de misiles europeos Iris-T y Spear III.
El analista de tecnología de misiles Fabian Hoffmann declaró a The Telegraph que la integración de múltiples subsistemas—desde la propulsión hasta el guiado—sigue siendo uno de los aspectos más complejos del desarrollo de misiles. Señaló que solo un reducido número de expertos posee la experiencia necesaria para poner en funcionamiento dichos sistemas.
Los frecuentes ataques con drones rusos contra Ucrania y sus vecinos han intensificado los esfuerzos de la OTAN por reforzar sus opciones de defensa aérea de bajo coste. En septiembre, según informó The Telegraph, aviones de la OTAN utilizaron costosos misiles aire-aire para interceptar drones rusos Shahed que entraron en el espacio aéreo polaco, a un coste insostenible.
En respuesta, las naciones europeas han anunciado planes para crear un "muro de drones" a lo largo de la frontera oriental de la OTAN, combinando herramientas de guerra electrónica y sistemas interceptores como el Mark 1.
Salm afirmó que la iniciativa también ha atraído a ingenieros motivados por una misión compartida: "Hay mucha gente que se levanta por la mañana, lee las noticias y se indigna ante la injusticia que se vive en el mundo. Somos uno de los pocos lugares en Europa donde puedes poner tu talento al servicio de la solución de este despropósito", declaró a The Telegraph.
Anteriormente, el 4 de octubre, The Telegraph informó que la compañía sueca Nordic Air Defense presentó el Kreuger 100, un minimisil cinético de 5.000 dólares diseñado para interceptar drones sin explosivos, ofreciendo una solución económica y segura para civiles ante la creciente amenaza de las incursiones de drones rusos sobre Europa.
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