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Rusia lanza ataques aéreos contra las vías férreas de Ucrania, la principal vía de comunicación del país

Durante más de dos meses, los drones y misiles rusos han estado atacando la infraestructura ferroviaria de Ucrania. Las principales estaciones, terminales, trenes y subestaciones eléctricas han sido alcanzadas. Desde el primer día de la guerra a gran escala de Rusia, el ferrocarril ha sido tanto un símbolo de resistencia como la única arteria de Ucrania capaz de mantener una logística constante y a gran escala.
En la mañana del 18 de septiembre, Rusia atacó la infraestructura ferroviaria en la región de Poltava, llevando a cabo el ataque con drones Geran-2, según informes preliminares. Una persona resultó herida, se necesitan trabajos de reparación y los trenes circularán con retrasos.
Un día antes, la empresa ferroviaria estatal de Ucrania, Ukrzaliznytsia, informó de un paro masivo en sus infraestructuras, lo que provocó retrasos en los trenes de varias regiones. Las zonas más afectadas fueron las rutas de Odesa y Dnipro.
Rusia ataca puntos vitales civiles
Los ataques aéreos en Ucrania han sido constantes, pero desde julio de 2025, Rusia se ha centrado en un nuevo objetivo: la infraestructura ferroviaria. Uno de los principales objetivos han sido las subestaciones que alimentan la red ferroviaria. Los ataques han provocado retrasos, cambios de ruta y han obligado a desplegar personal adicional, material rodante y equipos de reparación. Los equipos ucranianos intentan restablecer el servicio pocas horas después de cada ataque.
Estos ataques son, sobre todo, un acto de terrorismo contra la población civil. Desde el inicio de la invasión a gran escala, los aeropuertos de Ucrania han sido cerrados y se han suspendido todos los viajes aéreos. El ferrocarril sigue siendo una de las dos únicas opciones para cruzar la frontera —o viajar entre ciudades— junto con el transporte por carretera. En las principales ciudades ucranianas, los trenes de cercanías también son una parte fundamental de la vida cotidiana: en Kyiv, cientos de miles de personas dependen de ellos para ir al trabajo cada día.
El ferrocarril es prácticamente la única opción para una evacuación rápida y a gran escala, algo que ya ha demostrado su eficacia al inicio de la guerra a gran escala de Rusia.
Ataques contra centros clave
Otro factor crucial es la economía. Ucrania depende del ferrocarril para transportar mercancías: miles de vagones que transportan materias primas, recursos y combustible. Los ataques contra esta red son una forma de presión económica sobre Kyiv.
La elección de los objetivos lo pone de manifiesto:
A principios de septiembre, la ciudad de Kremenchuk sufrió un ataque masivo. Uno de los principales objetivos fue un puente sobre el río Dniéper, por el que circula tanto tráfico rodado como ferroviario. Los daños causados al ferrocarril cortaron uno de los pocos cruces en muchos kilómetros, paralizando temporalmente una importante región industrial.

Al mismo tiempo, las huelgas afectaron a centros ferroviarios como Lozova, en la región de Kharkiv, y Koziatyn, en la región de Vinnytsia, cruces fundamentales para la red ucraniana. Los ataques contra ellos tenían como objetivo interrumpir el tráfico ferroviario en regiones enteras.
Otro ataque ruso alcanzó una estación de tren en Kyiv, donde un tren de pasajeros se preparaba para salir. Un impacto directo de un dron Shahed incendió uno de los vagones y lo destruyó por completo. En esta estación se preparan los trenes civiles antes de entrar en servicio.
La «diplomacia ferroviaria» en peligro
Estos ataques selectivos son una clara señal de que Rusia continúa su campaña de terror contra la población civil, al tiempo que trata de socavar la economía de Ucrania paralizando la logística. Los ataques han afectado a regiones de todo el país con el fin de causar daños generalizados y sistémicos.
Esta estrategia no es nueva. Al inicio de la invasión a gran escala, Rusia atacó la infraestructura de combustible de Ucrania, bombardeando depósitos e instalaciones de almacenamiento, lo que provocó una escasez constante de combustible para la población. Para contrarrestar esto, Ucrania se vio obligada a crear un sistema de almacenamiento disperso. Más tarde, Rusia pasó a atacar la infraestructura energética y de gas, golpeando las instalaciones de producción y los sitios de almacenamiento.
Ahora, los ferrocarriles están siendo atacados en un intento por interrumpir una de las líneas de comunicación más vitales de Ucrania con sus socios. La «diplomacia ferroviaria» se ha convertido en un término definitorio para Ucrania: los trenes siguen siendo la única forma en que los líderes extranjeros, los ministros y las delegaciones pueden llegar a Kyiv, ya que no se hacen excepciones para los viajes en avión. Incluso el expresidente de Estados Unidos Joe Biden viajó a Kyiv en tren. Esta vía de comunicación es fundamental hoy en día, dados los intensos esfuerzos diplomáticos de Kyiv, Europa y Estados Unidos para involucrar a Moscú en las negociaciones.
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