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Cómo los motores estadounidenses terminaron impulsando los drones Shahed propulsados por reactores de Rusia

Una empresa rusa vinculada al oligarca sancionado Oleg Deripaska compró secretamente motores a reacción de fabricación estadounidense para estudiarlos y replicarlos para la próxima generación de drones de ataque estilo Shahed de Moscú, lo que revela un claro vínculo entre la tecnología estadounidense y el programa de guerra con drones en evolución de Rusia.
Una empresa rusa vinculada al oligarca Oleg Deripaska compró secretamente motores a reacción de fabricación estadounidense para estudiarlos y reproducirlos para su uso en la nueva generación de drones tipo Shahed propulsados por reactores de Moscú, según reveló The Insider el 30 de octubre.
Según la investigación, la empresa sancionada Angar-22 LLC adquirió motores turborreactores Swiwin SW400Pro y SW240B (motores pequeños que se utilizan habitualmente en aviones a escala), que luego fueron desmantelados para su ingeniería inversa dentro de Rusia.
Los datos aduaneros revisados por The Insider describen las importaciones como destinadas a “investigación y desarrollo, desmontaje y estudio”.
“La magnitud de las importaciones y la redacción de los documentos demuestran claramente que se adquirieron para copiar y producir en masa la tecnología a nivel nacional”, señaló The Insider.
Las compras, por un valor aproximado de 300 000 dólares, se realizaron en 2025 a través de Swiwin Turbojet Equipment Co. Ltd. en China, empresa que fabrica motores bajo la misma marca y logotipo que Swiwin USA.
Neutralized Russian Shahed/Geran-3 UAV. pic.twitter.com/2whYoEqMO7
— Mila.Alien 🇺🇦 (@mila__alien) September 19, 2025
Aunque la cantidad solo alcanza para unas pocas docenas de motores —muy pocos para la producción en serie—, fuentes familiarizadas con el proyecto confirmaron a The Insider que los componentes se utilizaron para desarrollar equivalentes locales para su uso en el creciente arsenal ruso de municiones merodeadoras a reacción.
Motores estadounidenses, ensamblaje chino, drones rusos
The Insider rastreó los motores hasta Swiwin USA, una pequeña empresa fundada por el empresario estadounidense Andrew Fioretti, y hasta su contraparte china, que opera desde 2013.
Cuando The Insider contactó a la empresa estadounidense para obtener comentarios sobre la aparición de sus motores en manos rusas, la respuesta fue: “Oye, ¿no te das cuenta de que el mundo se está acabando? No mires abajo”, escribió un representante de Swiwin USA en un correo electrónico, según The Insider.

Cuando los periodistas intentaron llamar a la empresa, recibieron un mensaje de texto que decía: “Hacemos sopa wonton”.
Tras la consulta, la página «Acerca de nosotros» de Swiwin USA fue eliminada, aunque The Insider la conservó en un archivo. El fabricante chino, contactado por separado, respondió: “Hay muchos distribuidores en el mundo que se hacen llamar Swiwin USA, Swiwin Europe… pero todos son solo distribuidores locales. La empresa Swiwin tiene su sede en China… esa es la empresa original”.

Desde motores de juguete hasta drones a reacción
Los investigadores creen que esta tecnología sirvió de base para el Shahed-238 ruso, una versión a reacción del dron de diseño iraní también conocido por su nombre ruso, Geran-3.
The Insider señaló que un motor Swiwin SW800Pro similar se encontró previamente en los restos de una bomba planeadora propulsada por cohete rusa (UMPB-5R) que impactó la ciudad ucraniana de Poltava a principios de este mes.
The Defence Intelligence of Ukraine has published new details about the Russian “Geran-3” UAV. The “U” series model is equipped with a Chinese Telefly JT80 turbojet engine, allowing it to reach speeds of 300–370 km/h and an estimated operational range of up to 1,000 km. pic.twitter.com/ukxQKH5n1v
— Tatarigami_UA (@Tatarigami_UA) September 17, 2025
El analista de equipos militares Anatoly Khrapchinsky explicó a The Insider cómo los ingenieros podrían modificar motores de modelos a escala para proporcionar un empuje mucho mayor, adecuado para drones de combate:
“Se puede aumentar la potencia del motor fácilmente si no importa su vida útil”, dijo. “Se modifican los ajustes de control, se aumenta el flujo de combustible, se eliminan los límites de seguridad y el motor funciona a máxima potencia; se desgasta en pocas horas, pero es suficiente para una misión de ida”.

La conexión Deripaska y el rastro de sanciones
Los registros del Registro Estatal Unificado de Entidades Jurídicas de Rusia indicaban anteriormente que Angar-22 era una filial de KrasKo, un holding vinculado a Oleg Deripaska, uno de los magnates industriales más influyentes de Rusia.
Según The Insider, otras entidades del mismo grupo empresarial incluyen compañías de aviación e infraestructura con vínculos con el sector estatal ruso.

La empresa ya está sujeta a sanciones estadounidenses por la compra de motores Limbach de fabricación china, que también se han utilizado en drones Shahed de diseño iraní empleados por Rusia en Ucrania. La propiedad actual de Angar-22 es información clasificada, lo que The Insider interpreta como un indicio de la relevancia militar estratégica del proyecto.
Anteriormente, surgieron informes que indicaban que los drones Shahed rusos, propulsados por reactores, se construyen con componentes críticos procedentes de Estados Unidos, China, Suiza y otros países.
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