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Un nuevo avión teledirigido ruso imita un misil de crucero y ya está alcanzando ciudades ucranianas
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Rusia ha intensificado el uso de drones de ataque propulsados por reactores en sus ataques contra territorio ucraniano, según informó la Fuerza Aérea Ucraniana el 31 de julio.
El ejército informó de que este tipo de aviones no tripulados se utilizaron durante un ataque aéreo combinado en las primeras horas del 31 de julio, aunque el número exacto desplegado sigue siendo desconocido.
Las fuerzas ucranianas también confirmaron que durante la noche del 30 de julio, Rusia utilizó al menos ocho de estos drones propulsados a reacción en regiones del norte, junto con drones Shahed tradicionales y UAV señuelo.
Las autoridades ucranianas creen que se trata de una versión rusa del Shahed-238 iraní, rebautizado como Geran-3. Se cree que estos aviones no tripulados propulsados por reactores ya han sido utilizados en ataques anteriores contra Kyiv.
Los primeros informes sobre la posesión por parte de Rusia de este modelo de avión no tripulado aparecieron en febrero de 2025. A finales de junio, se descubrieron restos de un avión no tripulado Geran-3 con el número de serie U-36, lo que sugiere que ya está en marcha la producción de pequeños lotes.
Propulsión a chorro, ensamblado localmente y construido para la velocidad
Según el medio de comunicación de defensa ucraniano Militarnyi, el Geran-3 mide aproximadamente 3,5 metros de largo con una envergadura de 3 metros y puede volar hasta 9,1 kilómetros (unos 30.000 pies) de altitud.
El dron tiene una autonomía de vuelo de unas dos horas y un peso al despegue de 380 kilogramos, sustancialmente más pesado que el anterior Geran-2 (Shahed-136), que pesa unos 250 kilogramos.
La Universidad de Ciencias y Tecnología Aeroespacial de Irán, Ashura, presentó por primera vez el avión no tripulado original Shahed-238 en noviembre de 2023. Sin embargo, documentos filtrados sugieren que funcionarios rusos del proyecto «Alabuga» ya habían evaluado el prototipo en abril de 2023, junto con otros sistemas de vehículos aéreos no tripulados.
En esos informes clasificados, los iraníes ofrecían suministrar hasta 100 aviones no tripulados a reacción al mes, a partir del tercer trimestre tras un pedido confirmado. En aquel momento, los evaluadores rusos elogiaron los sistemas, señalando que podían ensamblarse en Alabuga utilizando las líneas de producción existentes para drones más antiguos, como el Shahed-136.
Durante una demostración de prueba, el dron propulsado a reacción alcanzó velocidades de hasta 600 km/h (373 mph). Un informe ruso describió la plataforma como funcionalmente más parecida a un misil de crucero que a un dron: "El “barco” despegó con éxito, completó su misión y aterrizó en paracaídas. Dada su alta velocidad, el «barco» es efectivamente un misil de crucero. Su principal ventaja radica en su capacidad para atacar rápidamente objetivos de gran valor".
El coste de la velocidad: alta tecnología, alto precio
La velocidad y altitud del Geran-3 le confieren serias ventajas sobre las actuales defensas aéreas de Ucrania, que dependen en gran medida de drones de interceptación, avionetas, helicópteros y equipos móviles de fuego terrestre, ninguno de los cuales es eficaz contra objetivos rápidos y de alto vuelo.
Si volara a 9 kilómetros de altitud, para interceptar el Geran-3 se necesitarían cazas avanzados o grandes sistemas de misiles tierra-aire.
La gran velocidad del dron también reduce el tiempo de reacción y hace mucho más difícil la interceptación en la fase final de aproximación. A esa distancia, se necesitan incluso sistemas de artillería antiaérea pesada con guía por radar y municiones programables.
Sin embargo, estos sistemas son costosos y escasos. Un proyectil programable de 35 mm, por ejemplo, puede costar más de 1.000 dólares. También son relativamente escasos entre los aliados occidentales de Ucrania y lleva tiempo fabricarlos y desplegarlos.
Pero la producción del Geran-3 también supone un reto. Su velocidad y rendimiento exigen fuselajes más robustos y mecanismos de guiado más precisos, mucho más de lo que se necesita para drones más lentos como el Shahed-136. También depende de motores a reacción caros y menos fáciles de conseguir. También depende de motores a reacción caros y menos fáciles de conseguir.
En los documentos iraníes filtrados, el precio inicial por dron era de 1,4 millones de dólares, lo que supone un enorme aumento sobre el coste de los drones Shahed convencionales, cuyo precio se estima entre 20.000 y 50.000 dólares. Aunque negociable, el coste subraya la complejidad del dron y su limitada escala de producción.
Anteriormente se había informado de que los ataques con drones rusos se habían vuelto mucho más eficaces en los últimos meses.
Oficiales de las Fuerzas Aéreas ucranianas afirman que, de abril a junio, alrededor del 15% de los drones rusos lograron alcanzar sus objetivos, lo que supone un fuerte aumento en comparación con solo el 5% en el primer trimestre del año.
