Los nuevos drones Shahed propulsados por reactores de Rusia ahora pueden cazar objetivos en movimiento

El dron Shahed se desarrolló originalmente en Irán y se vendió a Rusia en 2022. Para Teherán, se convirtió en una forma de asegurar entradas de dinero y obtener acceso a información confidencial (con sospechas de que el Kremlin está ayudando con su experiencia en armas nucleares). Para Moscú, proporcionó drones ya fabricados sin los retrasos del desarrollo nacional.

La evolución de los drones Shahed

Los drones que comenzaron a atacar ciudades ucranianas en otoño de 2022 tienen poco en común con las versiones que Rusia está desplegando hoy en día. Tras más de tres años de uso, han sido objeto de mejoras radicales. Lo más importante es que Rusia ha pasado a la producción en masa, con una capacidad de más de 200 unidades al día.

Las estadísticas son contundentes: 15 933 lanzamientos de Shahed contra Ucrania en solo tres meses de verano. Solo en julio se registraron 6394 ataques; en junio, 5412; y en agosto, algo más de 4100, probablemente debido a las negociaciones en curso. Los ataques más masivos implican entre 500 y 700 drones, a menudo utilizados en combinación con misiles de crucero y balísticos. Se espera que la producción rusa alcance hasta 1000 drones al día en un futuro próximo.

No solo ha evolucionado la escala de producción, sino que los propios drones también han cambiado. El año pasado, varios informes confirmaron que el tamaño de las ojivas se había casi duplicado.

Más tarde, se supo que Rusia estaba probando Shaheds propulsados por reactores. Los nuevos motores duplican con creces la velocidad, pasando de 170-200 km/h a casi 500 km/h. Esta mejora contrarresta directamente una de las defensas de Ucrania: los drones interceptores. Estos se desarrollaron en respuesta a los ataques masivos y al cambio de tácticas, ya que los equipos de fuego móviles con ametralladoras pesadas no podían alcanzar a los drones que volaban a gran altura y los suministros de misiles antiaéreos baratos eran insuficientes.

Ideas no tan originales

Rusia parece haber tomado prestada esta idea de Ucrania. En 2024, los ingenieros ucranianos presentaron el dron cohete «Palianytsia», equipado con un motor a reacción y significativamente más rápido que los drones convencionales. Moscú adaptó esta tecnología a su diseño existente.

Pero la modernización no se detuvo ahí. Las fotos tomadas durante un ataque reciente revelaron dos mejoras más: cámaras a bordo y antenas de módem.

Esto indica que los Shaheds ahora son capaces de controlarse a distancia. Anteriormente, seguían rutas preprogramadas. La nueva capacidad es muy peligrosa, ya que permite a los operadores, desde una distancia segura, supervisar las condiciones en tiempo real, modificar las estrategias de ataque o incluso redirigir los drones hacia nuevos objetivos.

Además, con cámaras, pilotaje remoto y velocidades más altas, los Shahed ahora pueden atacar objetivos en movimiento: vehículos, equipos e incluso helicópteros. Prácticamente cualquier cosa, excepto los aviones, que suelen volar más rápido, es ahora vulnerable. Esto aumenta significativamente la letalidad del dron.

¿Puede Ucrania contraatacar?

Para Ucrania, es fundamental conseguir sistemas de defensa aérea adicionales, en particular aquellos capaces de contrarrestar enjambres simultáneos y a gran escala de Shahed que atacan ciudades e infraestructuras críticas. A pesar de las negociaciones, Rusia sigue atacando centrales eléctricas, instalaciones energéticas e incluso zonas residenciales, universidades e instalaciones médicas, mientras que las defensas de Ucrania siguen siendo escasas. Mientras tanto, Moscú está ampliando aún más la producción, con fábricas que trabajan las 24 horas del día.

La única otra opción viable es destruir las propias instalaciones de producción, pero eso requeriría grandes reservas de armas de largo alcance, así como la aprobación para su uso.

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