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Guerra en Ucrania

Ucrania ataca un submarino ruso con un dron submarino "Sub Sea Baby" en un hecho histórico

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Tras una exitosa operación conjunta del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Armada ucraniana, la Flota rusa del Mar Negro ha perdido otro submarino, el segundo desde el inicio de la invasión a gran escala. El ataque no solo representa una pérdida de 500 millones de dólares, sino también una reducción directa de la capacidad ofensiva rusa: el submarino transportaba misiles de crucero Kalibr, utilizados en ataques contra Ucrania.

En la tarde del 15 de diciembre, el SBU anunció que, junto con la Armada de Ucrania, había llevado a cabo una operación única: por primera vez en la historia, un dron submarino, el Sub Sea Baby, derribó un submarino ruso.

La operación no tiene precedentes, no solo por el arma utilizada, sino también porque el dron logró sortear las barreras defensivas. El submarino fue alcanzado dentro de un puerto ruso en Novorossiysk, una base naval fuertemente protegida.

Las imágenes publicadas por el SBU muestran al dron impactando la sección de popa, donde se encuentran los sistemas de control clave. Aún no está claro si el submarino podrá ser restaurado.

El proyecto 636 “Varshavyanka”
El proyecto 636 “Varshavyanka”

Las opciones de reparación son limitadas: las principales instalaciones de reparación de submarinos de Rusia se encuentran en Sebastopol, un lugar con un historial deficiente. Misiles ucranianos impactaron previamente en el astillero, destruyendo otro submarino, el Rostov-on-Don.

¿Qué submarino fue alcanzado?

En este momento, se desconoce públicamente qué submarino específico fue inutilizado. Entre los submarinos rusos con capacidad Kalibr que quedan en el Mar Negro se encuentran:

  • B-265 Krasnodar

  • B-268 Veliky Novgorod

  • B-271 Kolpino

Un submarino de esta clase suele llevar una tripulación de 52 personas, tiene una autonomía de hasta 45 días, una profundidad máxima de inmersión de 300 metros y una velocidad máxima de unos 20 nudos. Son submarinos diésel-eléctricos multipropósito, diseñados para cazar a otros submarinos, atacar objetivos de superficie, defender bases navales y patrullar aguas costeras.

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Los buques pertenecen a la clase Proyecto 636 “Varshavyanka”. Desarrollados originalmente en la década de 1970 para su exportación a países del Pacto de Varsovia como Polonia, Rumanía y Bulgaria, los submarinos se vendieron a nivel mundial tras el colapso de la Unión Soviética, incluyendo a China. Según la clasificación de la OTAN, se les conoce como submarinos de clase Kilo.

Esta clase también recibe el apodo de “Agujero Negro” debido a su baja firma acústica y su capacidad para absorber el sonido, lo que dificulta su detección por sonar.

El costo de un submarino de este tipo oscila entre 400 y 500 millones de dólares, según el SBU. La estimación más alta refleja las sanciones actuales y las limitaciones de suministro. Se desconoce cuánto tiempo tardarían las reparaciones, o incluso si son viables.

Rusia aún tiene un submarino adicional en el Mar Negro, el Proyecto 877 "Paltus" B-871 Alrosa, pero no está equipado para transportar misiles Kalibr.

¿Qué es el Sub Sea Baby?

Se conoce poco públicamente sobre el Sub Sea Baby. Las autoridades ucranianas no han revelado detalles técnicos. Ucrania ha presentado previamente drones submarinos como el TLK 1000, el TLK 400 y el TLK 150, pero aún no está claro si el Sub Sea Baby está relacionado con esas plataformas o representa un sistema completamente nuevo.

Lo que sí está claro es su alcance operativo. El dron derribó con éxito un buque de guerra ruso en Novorossiysk, donde Moscú había reubicado parte de su flota después de que repetidos ataques ucranianos obligaran a los buques a abandonar Crimea. Si bien el puerto carece de la infraestructura de las bases navales de Crimea, se consideraba, hasta ahora, el último puerto seguro importante de Rusia en el Mar Negro.

Consecuencias estratégicas

Para Rusia, el ataque supone una nueva pérdida para la Flota del Mar Negro. Debido a la Convención de Montreux, Moscú no puede reubicar buques de guerra ni submarinos de otras flotas en el Mar Negro durante la guerra. Transferir buques a través de la vía navegable Volga-Báltico tampoco es una opción viable: la ruta es poco profunda e inadecuada para muchos buques militares de gran tamaño.

Rusia ya ha perdido decenas de buques y dos submarinos en el Mar Negro. Esto ha ocurrido a pesar de que Ucrania carece de una armada tradicional capaz de enfrentarse a Rusia en combates buque a buque. En su lugar, Kyiv ha recurrido a misiles Neptune de producción nacional, misiles de crucero Storm Shadow/SCALP de suministro occidental y una creciente flota de drones de superficie y submarinos.

Rusia está perdiendo la guerra naval ante un país que no la combate con buques de guerra convencionales.

Una vez más, Ucrania ha demostrado, a Rusia y al mundo, su capacidad de innovación tecnológica en la guerra. Un dron submarino nunca antes había destruido un submarino, y mucho menos dentro de un puerto naval fuertemente defendido.

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