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Alto general de la OTAN: Rusia busca una reacción de pánico, y Occidente no puede permitírsela

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El general Ingo Gerhartz pronuncia un discurso durante la ceremonia de traspaso de mando en el Comando Conjunto Aliado de Brunssum, el 11 de junio de 2025, en Brunssum, Países Bajos. (Fuente: Getty Images)

Rusia está poniendo a prueba a la OTAN con provocaciones coordinadas que rozan la activación del Artículo 5, con la esperanza de presionar a la alianza para que dé una respuesta precipitada que Moscú pueda usar para justificar una escalada, advirtió el comandante en jefe de la OTAN en el flanco oriental, según el medio ucraniano Ukrinform el 18 de noviembre.

«Rusia está utilizando cada vez más tácticas extremas precisamente porque sabe que entendemos bien la defensa convencional y que responder a actividades en la llamada zona gris es más difícil», declaró el general Ingo Gerhartz, jefe del Mando Conjunto de la OTAN en Brunssum.

“Rusia espera que estas tácticas extremas creen fisuras en el escudo de la OTAN, siembren la discordia entre nuestros aliados, dividan nuestras sociedades y nos empujen a una reacción precipitada que les proporcione un pretexto para una mayor escalada. No podemos permitirlo”.

Gerhartz afirmó que la disuasión no ha impedido que Moscú amplíe sus acciones “justo por debajo del Artículo 5”, citando las continuas provocaciones fronterizas, el sabotaje de infraestructuras terrestres y submarinas, los ciberataques, la interferencia GPS y las constantes campañas de desinformación. Su frecuencia va en aumento y los intervalos entre ellas se reducen.

Argumentó que la respuesta de la OTAN a las recientes violaciones rusas del espacio aéreo aliado fue “precisa, serena, moderada y con visión de futuro”, pero añadió que es probable que el Kremlin cambie a otra táctica extrema en cualquier momento. Por ello, afirmó, la alianza debe replantearse su enfoque de la disuasión.

“La defensa colectiva debe ser nuestro Plan B”, declaró Gerhartz. “Nuestro objetivo debe ser no llegar jamás al punto de tener que defendernos. Por lo tanto, nuestro Plan A debe ser la disuasión creíble”.

El general afirmó que la OTAN está plenamente preparada para responder a un ataque a gran escala. En un escenario contemplado en el Artículo 5, el Mando Conjunto coordinaría las tropas aliadas en tierra, aire, mar y en los ámbitos cibernético y espacial. El área de responsabilidad del mando se extiende desde el flanco oriental hasta el corazón de Europa Occidental y desde los Alpes hasta el extremo norte.

Subrayó que la OTAN es más fuerte con Suecia y Finlandia en la alianza y destacó el aumento del gasto en defensa en toda Europa. Según dijo, el ejercicio de mando STEADFAST DUEL 2025 del mes pasado puso a prueba con éxito los planes de defensa regional de la alianza y “demostró que la OTAN puede defender cada centímetro de la alianza en cualquier momento”.

Gerhartz también reconoció que Rusia sigue de cerca los debates políticos, las demoras burocráticas y la lentitud en los esfuerzos por ampliar la capacidad de producción en Europa, factores que erosionan la confianza en la determinación de la OTAN. Subrayó que Alemania, en particular, debe asumir un papel de liderazgo más firme.

«No tenemos tiempo hasta 2029, 2035 o 2040 para adquirir capacidades clave», afirmó, e instó a los gobiernos a comprar sistemas disponibles «directamente del mercado» cuando sea posible. Citó específicamente los misiles Tomahawk como ejemplo y argumentó que la industria de defensa europea debe aumentar rápidamente su producción.

Advirtió que la guerra en Ucrania ha demostrado la rapidez con que evoluciona la tecnología y la facilidad con que los sistemas pueden quedar obsoletos. Los tanques, las fragatas y los aviones de combate seguirán siendo esenciales, dijo, pero la OTAN también necesita más sistemas que proporcionen una fuerte disuasión antes de que comience cualquier guerra.

“Si alguien nos ataca, responderemos atacando objetivos estratégicos en el corazón de su territorio. Eso hará que cualquier adversario se lo piense dos veces”.

El general afirmó que la alianza debe adoptar una “mentalidad de fortaleza”, una que demuestre claramente su disposición a defender lo que importa. “No estamos en guerra, pero tampoco vivimos ya en paz”, declaró Gerhartz. “Si queremos asegurarnos de no estar en guerra para 2029, nuestras palabras y acciones de hoy no deben dejar lugar a dudas. Utilizaremos nuestras capacidades”.

Añadió que la OTAN necesita no solo fuerzas armadas poderosas, sino también sociedades resilientes capaces de resistir la presión.

Anteriormente, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, advirtió que Rusia podría recuperar la capacidad de atacar el flanco oriental de la OTAN en tan solo unos años, afirmando que las evaluaciones actuales apuntan a una posible ventana de oportunidad ya en 2028.

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