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Los MiG-31 rusos con capacidad Kinzhal sobre el Báltico activan la alerta Patriot cerca del centro de suministro de la OTAN en Ucrania

El 28 de noviembre, Polonia puso brevemente en alerta máxima sus sistemas de defensa aérea Patriot en el aeropuerto de Rzeszów-Jasionka en respuesta al movimiento de cuatro cazas rusos MiG-31 que volaban hacia el oeste sobre el mar Báltico, permaneciendo en el espacio aéreo ruso.
Según se informa, los aviones son capaces de transportar misiles Kh-47M2 Kinzhal, un arma hipersónica con un amplio alcance de ataque.
Según Bild, el incidente provocó que las fuerzas polacas y alemanas que operan bajo el mando de la OTAN pasaran de la vigilancia rutinaria al estado de alerta. El aeródromo de Rzeszów-Jasionka sirve como un importante centro logístico para el apoyo militar occidental a Ucrania, y su defensa se considera una alta prioridad para los miembros de la OTAN.

El MiG-31, desarrollado originalmente en la Unión Soviética durante la década de 1970, ha sido readaptado en su variante MiG-31K para portar el misil Kinzhal, un sistema derivado del misil balístico de corto alcance Iskander y modificado para su lanzamiento aéreo.
Fuentes rusas estiman que, en combinación con el MiG-31K, el Kinzhal tiene un alcance combinado de aproximadamente 2000 kilómetros, lo que le permite realizar ataques a gran profundidad desde territorio ruso.
Las baterías Patriot desplegadas en Rzeszów son operadas por las fuerzas alemanas y forman parte del sistema de defensa aérea multicapa de la OTAN en el sureste de Polonia. Estos sistemas están equipados con radares de matriz en fase e interceptores PAC-2/PAC-3 capaces de atacar tanto aeronaves como misiles balísticos a larga distancia y a gran altitud.

El estado de alerta permitió que los sistemas adoptaran una postura de combate, donde la identificación e interceptación de posibles amenazas aéreas se podía ejecutar en cuestión de segundos.
Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, los aviones MiG-31K se han utilizado en múltiples ataques contra la infraestructura ucraniana con misiles Kinzhal. La presencia de estos aviones en las proximidades del espacio aéreo de la OTAN se ha interpretado cada vez más no como una actividad de entrenamiento, sino como una señal destinada a poner a prueba los protocolos de respuesta de la OTAN.
Bild citó fuentes de la OTAN que caracterizaron los vuelos rusos con aviones MiG-31K como "pruebas repetidas" de los procesos de detección y respuesta de la alianza. Según el informe, la salida del 28 de noviembre sirvió como verificación práctica de los plazos de defensa aérea integrada de la OTAN, desde el contacto inicial por radar sobre el Báltico hasta la clasificación de amenazas potenciales y la autorización del enfrentamiento.

El Ministerio de Defensa polaco y el mando de la OTAN no han emitido declaraciones públicas sobre la alerta, pero el cambio a la preparación ilustra la estrecha vigilancia de las plataformas rusas de alto valor y la rapidez con la que los sistemas de la OTAN están preparados para responder, incluso cuando las aeronaves permanecen fuera del espacio aéreo de la alianza.
Anteriormente, bombarderos rusos Tu-22M3, armados con misiles de crucero supersónicos Kh-32, realizaron una patrulla de cinco horas sobre el mar Báltico, escoltados por cazas Su-35S y Su-27. La formación fue rastreada por la OTAN e interceptada por aviones suecos de reconocimiento rápido (QRA), según el Ministerio de Defensa ruso y la Fuerza Aérea Sueca.
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