Temiendo la unidad occidental, Rusia se apresuró a dar un giro a la cumbre multilateral de la Casa Blanca

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y otros siete líderes europeos en la Casa Blanca el 18 de agosto para apoyar a Ucrania y la búsqueda de una paz duradera en Europa.

Trump prometió que Estados Unidos ayudaría a garantizar la seguridad de Ucrania en cualquier acuerdo de paz futuro. La cumbre se celebró después de que Trump y el líder ruso Vladimir Putin se reunieran en Alaska el 15 de agosto de 2025. Los funcionarios rusos, sus medios de comunicación estatales y los propagandistas utilizaron la reunión para revivir una fantasía imperial que dura ya décadas: Alaska todavía les pertenece.

Los trucos de la propaganda rusa

Desde la reunión de Trump con Putin en Alaska, los voceros del Kremlin han inundado las ondas con afirmaciones de que Trump se inclinó ante Putin y abandonó su propia agenda. El propagandista de Moscú Alexander Gurnov lo calificó como «una serie de victorias para Putin». El presentador de televisión ruso Sergey Mardan fue más allá y fantaseó con otorgar a Trump la «medalla de oro de Héroe de Rusia», burlándose del viaje en limusina privada de Trump con Putin en Alaska.

Al mismo tiempo, esas mismas voces menosprecian a Trump como «mediador» de Putin, en lugar de aliado de Ucrania. Los medios de comunicación rusos promueven la idea de que la cumbre de la Casa Blanca fue un fracaso, con enfrentamientos y una «victoria» para Rusia, solo para que Trump descolgara el teléfono y volviera corriendo a Putin.

Entre la reunión de Alaska y la cumbre de Washington, los periódicos rusos afirmaron que las conversaciones entre Trump y Putin fueron positivas para Moscú, ya que Trump se acercó más a la postura del Kremlin sobre Ucrania, según informó Steve Rosenberg, de la BBC.

Pensaban que Trump presionaría a Zelenskyy para que aceptara un acuerdo y sugirieron que Europa intentaría frustrarlo. «El mundo está cambiando, pasando de la pesadumbre liberal a la realidad, en la que la posición de Rusia es un hecho, real y normal», se jactaba un periódico, dijo Rosenberg.

La contradicción es el punto: ensalzar a Trump cuando hace que Rusia parezca poderosa, y desacreditarlo cuando sus acciones hacen que Rusia parezca débil.

La narrativa de Moscú vs. la realidad de Washington

Coincidiendo con la reunión en Washington entre Zelenskyy, Trump y la UE, las tropas rusas —en lo que se consideró una burla simbólica dirigida a Ucrania y sus aliados— condujeron un vehículo blindado de transporte de tropas M113 estadounidense capturado mientras ondeaban las banderas de Rusia y Estados Unidos.

Tras la reunión, los funcionarios y propagandistas rusos comenzaron a burlarse de Europa por «adular» a Trump, al tiempo que ellos mismos competían por ganarse su favor.

Dmitry Medvedev, aliado de Putin y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, a quien Trump había calificado anteriormente como «el expresidente fallido de Rusia, que cree que sigue siendo presidente», se burló en X de que los líderes de la UE no habían logrado «superarlo».

Los canales rusos intentaron retratar a los europeos como si estuvieran alineados «como alumnos de primaria» bajo las órdenes de Trump, difundiendo una imagen generada por IA de los líderes europeos esperando para reunirse con Trump en la Casa Blanca. Los propagandistas afirmaron que la imagen era «absolutamente humillante» y que parecía como si los hubieran «empujado fuera, a la sala de espera».

Mientras tanto, los periódicos pro-Kremlin publicaron titulares como «El callejón sin salida de Zelenskyy: Trump se enfrenta duramente a Merz... y llama a Putin y tendremos que llegar hasta Lviv: en Washington, Europa consiguió lo que quería».

Lo que acordaron los líderes en Washington

Mientras tanto, la realidad en Washington no se parecía en nada a la caricatura que había creado la propaganda rusa. Los líderes europeos se sentaron hombro con hombro con Trump y Zelenskyy en el Despacho Oval, hablando como iguales. El presidente francés Emmanuel Macron hizo hincapié en la unidad, el canciller alemán Olaf Scholz subrayó la presión sobre Rusia y Zelenskyy destacó el primer camino creíble hacia la paz y las garantías de seguridad. El propio Trump calificó la reunión de exitosa.

Zelenskyy hizo hincapié en que Ucrania y Rusia, y no terceros, deben resolver la cuestión del territorio ucraniano. Él y Trump acordaron coordinar un intercambio integral de prisioneros de guerra y civiles, prestando especial atención a la recuperación de los niños ucranianos secuestrados por Rusia.

Ucrania ha propuesto comprar 100 000 millones de dólares en armas estadounidenses (con el respaldo de Europa) a cambio de sólidas garantías de seguridad, junto con una propuesta de empresa conjunta de coproducción de drones por valor de 50 000 millones de dólares que aproveche los avanzados sistemas no tripulados de Ucrania. Se prevé una reunión cara a cara entre Zelenskyy y Putin en un plazo de dos semanas.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó que una «coalición de voluntarios» de unos 30 países, entre ellos Japón y Australia, ya está elaborando un marco de seguridad para Ucrania.

«Por primera vez, siento que hay una oportunidad real para la paz, no solo palabras, no solo pausas, sino un camino serio hacia adelante», dijo Zelenskyy, y agregó que la paz real se puede proteger con garantías de seguridad, calificando la reunión con los líderes como «la mejor de todas nuestras conversaciones».

Por eso el Kremlin se apoya en la humillación: cuando la verdad son charlas amistosas y compromisos conjuntos, la propaganda tiene que tergiversarla para convertirla en sumisión y fracaso. Al reducir a los aliados a caricaturas, Moscú espera borrar la imagen de unidad occidental que más temen los rusos.

Las conversaciones entre Ucrania y Rusia

Cuando Trump llamó a Putin para intentar organizar una cumbre entre él y Zelenskyy, el Kremlin restó importancia a la posibilidad de una reunión inminente entre Ucrania y Rusia.

El ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, dijo que, si bien Rusia supuestamente «no se negaba» a mantener conversaciones bilaterales o trilaterales, «cualquier contacto que involucrara a los máximos dirigentes debía prepararse con mucho cuidado», citando «motivos de seguridad» sin especificar.

Mientras que Zelenskyy y los aliados occidentales han destacado la unidad entre Europa y ven las conversaciones como una oportunidad para poner fin a la violencia y traer de vuelta a los niños secuestrados de Ucrania, los propagandistas rusos atacan con intentos de humillación, promoviendo las conversaciones entre Trump y Putin como una alianza que socava la soberanía de Europa, Estados Unidos y Ucrania.