El primer ataque con drones a gran escala de Rusia en territorio de la OTAN: qué ocurrió y cómo reaccionaron los aliados

Por primera vez, Rusia lanzó un ataque a gran escala no solo contra Ucrania, sino también contra uno de sus aliados más cercanos: Polonia. En la mañana del 10 de septiembre, los drones Shahed rusos habían entrado en el espacio aéreo polaco.

Ya se han producido violaciones similares anteriormente: misiles en Polonia, drones en Rumanía o Lituania y violaciones del espacio aéreo sobre Moldavia. Pero esta es la primera vez que no ha sido un solo dron, sino un gran grupo—el ejército polaco registró 19 incursiones de drones, según el primer ministro polaco, Donald Tusk—el que ha entrado en Polonia. Según el principal periódico del país, Rzeczpospolita, esa noche se detectaron más de 20 drones rusos, derribados principalmente por F-35 holandeses.

Esto no parece precisamente un «accidente». Estados Unidos ya lo ha calificado de «acto de guerra», mientras que la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, ha descrito la violación como intencionada.

La OTAN no considera que la incursión de drones en territorio polaco sea un ataque ruso, según Reuters.

«Nos enfrentamos a una provocación a gran escala», afirmó Tusk, según Reuters. «Estamos preparados para repeler tales provocaciones. La situación es grave y nadie duda de que debemos prepararnos para diversos escenarios».

Para repeler esta «provocación», los aliados tuvieron que desplegar todo su poderío aéreo. Cazas F-16 polacos, F-35 holandeses, aviones de reconocimiento AWACS italianos y aviones de reabastecimiento aéreo operados por la OTAN sobrevolaban el cielo. Los informes también indicaban que Rumanía y Eslovaquia habían movilizado aviones.

Las autoridades polacas afirmaron que la amenaza había sido neutralizada por completo y que los drones Shahed habían sido derribados. Ya se ha informado de la caída de restos sobre una vivienda privada y un automóvil. El gobierno convocó una reunión de emergencia.

Tusk confirmó la magnitud del ataque y afirmó que «el espacio aéreo polaco fue violado por un gran número de drones rusos».

Durante el ataque, se cerraron varios aeropuertos, incluido el aeropuerto internacional de Varsovia.

Sin embargo, el primer cierre se produjo en el aeropuerto de Rzeszów debido a «actividades militares no planificadas». La ciudad es un centro logístico fundamental para la ayuda a Ucrania, ya que sirve como punto de envío de la ayuda de los aliados antes de su posterior traslado.

Cabe destacar que Rzeszów también acoge a soldados de numerosos países, incluido un contingente estadounidense. En total, hay unos 10 000 soldados estadounidenses estacionados en Polonia.

Nuevas pruebas sugieren que Rusia lleva meses preparando su ataque con drones contra Polonia, según informó el medio ucraniano Defense Express. Ya en julio, surgieron informes en Polonia que indicaban que se habían encontrado tarjetas SIM de operadores móviles polacos dentro de drones rusos derribados sobre Ucrania. Este detalle apuntaba a que Moscú estaba probando la conectividad de los drones con las redes móviles polacas.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, afirmó que Kyiv está dispuesta a ayudar a Polonia a construir un sistema de alerta y protección contra los ataques rusos, y subrayó la necesidad de adoptar un enfoque paneuropeo en materia de defensa aérea. «Solo una acción conjunta y coordinada puede garantizar una seguridad fiable», afirmó.

Mientras tanto, el gobierno polaco ha declarado que permanece en contacto constante con representantes de la OTAN, y el portavoz de la OTAN ha confirmado que están en contacto con los líderes polacos y «consultando estrechamente con Polonia».

Aún no está claro qué medidas se tomarán a continuación.

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