Los mensajes de texto que una acusada de espionaje rusa envió al FBI en estado de ebriedad la llevaron a prisión

Cuando un agente pierde el control

Durante una audiencia de emergencia el 2 de diciembre de 2025, a Nomma Zarubina, de 34 años —nombre en clave "Alisa"— se le revocó la fianza y fue enviada a un centro de detención preventiva tras enviar repetidamente mensajes de texto amenazantes en estado de ebriedad a un agente del FBI involucrado en su investigación.

Zarubina fue arrestada por primera vez en diciembre de 2024 por presuntas conexiones con el FSB y, en abril de 2025, fue acusada de transportar mujeres a través de las fronteras estatales para prostitución, informó OCCRP . Para julio, la fiscalía declaró que acosaba al "Agente de Caso 1" con mensajes interminables.

Estoy bajo vigilancia rusa en el consulado. Llámame. Puedo darte la foto. Me vigilan... Te necesito. Me están jodiendo el cerebro.

Nomma Zarubina

Textos enviados al Agente de Caso 1 del FBI

Inicialmente, Zarubina se libró de la prisión preventiva y recibió una orden judicial para someterse a una evaluación psicológica. El acoso no cesó, y, según informes, envió 50 mensajes más el 13 de septiembre de 2025. Sus abogados culparon al alcohol y al estrés. Se le ordenó someterse a una evaluación ambulatoria y tratamiento por abuso de alcohol.

En noviembre, la fiscalía presentó nuevas denuncias después de que enviara aún más mensajes.

Tú eres una puta.

Nomma Zarubina

Texto enviados al Agente de Caso 1 del FBI

Zarubina pasó de infiltrarse en eventos anti-Kremlin a ser detenida por el FBI, arruinada por su propia imprudencia. Mensajes de texto en estado de ebriedad y comportamiento errático convirtieron una operación de espionaje en un desastre autoinfligido.

¿Qué se sabe de Zarubina?

Nomma Zarubina nació en Tomsk, Rusia, en 1990 y obtuvo una maestría en seguridad internacional en la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública antes de mudarse a Estados Unidos en 2016, donde se casó y tuvo una hija.

Zarubina se posicionó como una voz creíble en círculos anti-Kremlin, participando en paneles organizados por las Naciones Libres de la Post-Rusia y hablando en eventos en la Colina del Parlamento en Ottawa junto con la exdiputada del Parlamento Europeo Anna Fotyga y otros altos funcionarios y líderes de centros de estudios. Cultivó una apariencia de legitimidad que le granjeó cierta confianza, pero no toda.

Tras su arresto, los rusos exiliados recordaron su inusual comportamiento. Leonid Volkov, figura de la oposición al Kremlin, escribió que mostraba "cero interés en el contenido de la conversación, pero se tomaba selfies obligatoriamente a toda costa con tantas caras públicas como fuera posible", comparándola con Maria Butina, una agente rusa sobre la que informamos anteriormente, condenada en Estados Unidos por actuar como agente extranjera.

Los lazos de Zarubina al Kremlin

Durante una visita a Rusia en 2020, Zarubina conoció a un agente del FSB, conocido como "Oficial FSB 1", quien le ordenó recopilar información sobre periodistas, analistas y militares estadounidenses. Transmitió la información recopilada, continuando una tradición de años de promoción de los intereses del Kremlin.

Su Instagram presenta un panorama revelador: fotos en Moscú, entrevistas con medios estatales rusos, apariciones con funcionarios del gobierno e incluso publicó una selfi con una camiseta de la "KGB" mientras paseaba con su hija.

Antes de infiltrarse en eventos anti-Kremlin en el extranjero, Zarubina trabajó con el Centro Ruso de Nueva York (RCNY), vinculado a Putin, según su propia página de LinkedIn, donde organizó la marcha anual “Regimiento Inmortal”, y en el Consejo Coordinador de Compatriotas Rusos de los EE. UU. (KSORS), financiado por el Kremlin, informó CEPA.

Las marchas del Regimiento Inmortal, celebradas en Rusia y en el extranjero, celebran la llamada "Gran Guerra Patria". Rusia celebra estos eventos como un homenaje a los "rusos y estadounidenses que lucharon codo con codo contra el nazismo", y los asistentes portan retratos de familiares del ejército soviético y cintas de San Jorge. 

RCNY fue fundada por Elena Branson, quien, en marzo de 2022, fue acusada de presuntamente actuar y conspirar para actuar ilegalmente en Estados Unidos como agente del gobierno ruso, no registrarse bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA), cometer fraude de visas y mentir al FBI.

Branson también fue la madrina de la hija de Zarubina.

Documentos oficiales del Departamento de Justicia muestran que mantuvo correspondencia con el líder ruso Vladimir Putin y se reunió con un alto ministro ruso anónimo antes de lanzar RCNY y la campaña "Amo a Rusia", respaldada por el Kremlin y dirigida a la juventud estadounidense.

El FBI alega que Branson comenzó a trabajar ilegalmente para el gobierno ruso al menos desde 2011, recibió financiación del Kremlin para RCNY en 2012, negó todos los cargos en una entrevista con el FBI en 2020 y luego huyó a Rusia. Ahora aparece regularmente en la televisión estatal rusa, donde también declaró que había abandonado Estados Unidos porque creía que era probable que la arrestaran.

Zarubina permaneció en Estados Unidos, pero incluso después de la invasión rusa a gran escala de Ucrania en 2022, viajó de ida y vuelta. Sus publicaciones en Instagram pasaron de contenido prorruso a apoyo a Ucrania y a voces anti-Putin. Irónicamente, en 2023, publicó: "Ten cuidado en quién confías, la sal y el azúcar parecen lo mismo".

Durante múltiples interrogatorios del FBI, Zarubina negó haber trabajado con agentes rusos, pero confirmó sus vínculos con Branson y RCNY, así como contactos con Rossotrudnichestvo, también conocida como la Casa Rusa, que previamente reportamos como una fachada de espionaje.

En su cuarto interrogatorio, su versión cambió: admitió haber ocultado que había aceptado realizar misiones bajo las órdenes de los agentes del FSB. Afirma que lo hizo por miedo y no se considera culpable.

Antes de su arresto definitivo, Zarubina publicó varias divagaciones en sus redes sociales, culpando al FBI y al gobierno estadounidense de incriminarla injustamente para obtener ventajas innecesarias. Ahora enfrenta hasta cinco años de prisión, y su próxima audiencia está programada para el próximo mes.

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