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¿Quiénes son los criminales de guerra a los que Rusia rinde homenaje en su desfile del Día de la Victoria?

Vladimir Putin volverá a ocupar su lugar en la Plaza Roja el 9 de mayo, flanqueado por altos mandos militares y dignatarios extranjeros. El desfile, que supuestamente se celebraba para honrar la victoria soviética sobre la Alemania nazi, celebra ahora a soldados rusos directamente relacionados con crímenes de guerra documentados.
Por cuarta vez desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala, se espera que oficiales y unidades implicados en atrocidades desde Bucha hasta Mariupol sean homenajeados en el acto militar de más alto nivel de Moscú. Más de veinte líderes extranjeros también estarán presentes durante el desfile.
Las unidades de élite de todas las ramas de las Fuerzas Armadas rusas saldrán del frente para desfilar por la Plaza Roja de Moscú en uniforme de gala. Como los anteriores, el desfile de este año viene acompañado de un rastro de papel.
Una investigación de UNITED24 Media -basada en información de la Inteligencia de Defensa de Ucrania y del Ministerio de Asuntos Exteriores- ha identificado las unidades y los comandantes que desfilaron en anteriores desfiles del Día de la Victoria. Muchos de ellos están vinculados a crímenes de guerra documentados cometidos durante la invasión a gran escala.

112ª Brigada de Misiles de la Guardia y 448ª Brigada de Misiles
No se necesita información clasificada para identificarlos, sólo imágenes del desfile. Militares de la 112ª Brigada de Misiles de la Guardia y de la 448ª Brigada de Misiles participaron en los desfiles rusos del Día de la Victoria de 2023 y 2024, desfilando en uniforme de gala por la Plaza Roja.
Su participación fue retransmitida en directo y los nombres de las unidades se anunciaron públicamente. Ambas brigadas han estado implicadas directa y conjuntamente en importantes crímenes de guerra, según la inteligencia militar ucraniana. Esto incluye el ataque con misiles del 13 de abril contra Sumy, uno de los ataques más mortíferos contra civiles desde el comienzo de la invasión a gran escala.

La inteligencia militar ucraniana, dirigida por Kyrylo Budanov, afirma que ambas brigadas lanzaron misiles balísticos Iskander-M desde territorio ruso: la 112 desde Voronezh, la 448 desde Kursk. Los misiles impactaron en el centro de Sumy, matando al menos a 35 civiles, entre ellos niños, e hiriendo a más de cien. Al parecer, en el ataque se utilizaron municiones de racimo, un arma prohibida por el derecho internacional en zonas civiles.
Y no se trata de un caso aislado. El 112º ya ha estado vinculado a ataques anteriores con un alto número de víctimas, como el ataque con misiles de octubre de 2023 contra un funeral en Hroza, en el que murieron 59 personas, y la destrucción de una oficina de desminado en Kharkiv a principios de la guerra.
Tras la masacre de Sumy, Ucrania lanzó ataques de represalia con drones contra las bases de ambas brigadas, que dañaron infraestructuras y provocaron detonaciones secundarias en las regiones de Ivanovo y Kursk. Desde entonces, las autoridades ucranianas han publicado expedientes sobre el personal implicado y han prometido hacer rendir cuentas a todos los responsables, desde su comandante, Sergey Ponomarev, hasta el capitán Roman Konstantinayko, recientemente asesinado.




16ª Brigada de Guardias Spetsnaz
Durante el desfile ruso del Día de la Victoria de 2023 en Moscú, se pudo ver a militares de la 16ª Brigada de Guardias Spetsnaz en uniforme de gala. La presencia de la unidad quedó documentada públicamente en las retransmisiones televisadas y en la cobertura oficial del evento.
La 16ª es una brigada de fuerzas especiales bajo el mando del GRU, la agencia de inteligencia militar de Rusia. Sus miembros han sido condenados por crímenes de guerra cometidos durante la ocupación de la región ucraniana de Kharkiv. En un caso muy sonado de septiembre de 2022, cuatro soldados de la brigada fueron declarados culpables por un tribunal ucraniano de torturar a tres civiles en la localidad de Borova.

Las víctimas eran antiguos miembros de la Operación Antiterrorista (ATO) de Ucrania, pero no desempeñaban ninguna función militar activa en ese momento. Siguiendo órdenes de un superior conocido por el nombre en clave de «Amur», los soldados secuestraron a los hombres, los ataron con bridas de plástico y les colocaron bolsas en la cabeza antes de transportarlos a un centro de detención improvisado en el centro recreativo Miner's Light de Novoplatonivka. Allí, los cautivos fueron confinados en una fosa, se les negó comida y agua, y fueron sometidos a repetidas palizas.
Una de las víctimas, identificada como «Sotnyk», recibió múltiples golpes con un martillo en brazos y piernas. Los cuatro soldados admitieron su participación en los abusos, reconocieron que las acciones violaban las leyes de la guerra y fueron condenados a 11 años de prisión. Ante el tribunal, alegaron que cumplían órdenes.
Arthur Orlov y el 6º Regimiento de Tanques
Arthur Orlov es un oficial de tanques ruso de Udmurtia con un historial de combate que abarca Siria y Ucrania. Graduado en la Escuela de Tanques de Kazán en 2010, combatió en Siria en 2016 antes de unirse a la invasión rusa a gran escala de Ucrania. Durante las batallas cerca de Popasna en la región de Luhansk—una ciudad reducida a escombros por los bombardeos rusos—Orlov sirvió en el 6º Regimiento de Tanques de la 90ª División. Por su papel en esas operaciones, recibió el título de «Héroe de Rusia».

Pero la unidad de Orlov tiene una historia más oscura. El 6º Regimiento de Tanques ha estado vinculado a crímenes de guerra durante la ocupación rusa de la región de Kyiv. A finales de 2022, las fuerzas de seguridad ucranianas acusaron a dos soldados del regimiento de violar a una mujer embarazada y matar a su hijo. Un año después, la Unión Europea sancionó al comandante de la división de Orlov, citando asesinatos generalizados y violencia sexual contra civiles durante esa misma ocupación.
A pesar de ello, Orlov sigue siendo una figura pública en Rusia, aclamado como héroe de guerra y nombrado finalista de la campaña «La hora de los héroes», respaldada por el Kremlin. En septiembre de 2024, fue nombrado jefe de la organización infantil «Movimiento de los Primeros», donde ahora desempeña un papel central en el adoctrinamiento ideológico de la juventud rusa.
Policía Militar
La Policía Militar rusa ha desfilado en formación durante los desfiles del Día de la Victoria de 2023 y 2024, ocupando un lugar destacado entre las filas de la Plaza Roja. Pero detrás de los uniformes pulidos hay un historial de abusos sistemáticos. Desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala, la Policía Militar ha desempeñado un papel central en la maquinaria de ocupación y en los crímenes de guerra que la han acompañado.
Se les ha relacionado directamente con el funcionamiento de los llamados «campos de filtración», donde se registra, interroga y a menudo detiene a civiles ucranianos en condiciones brutales y degradantes. Los supervivientes describen torturas, hambre, violencia sexual y ejecuciones sumarias. Muchos son deportados a la fuerza a Rusia o desaparecen en una creciente red de centros de detención en negro.

En las zonas temporalmente ocupadas de regiones como Kherson, Zaporizhzhia y Donetsk, los investigadores internacionales han documentado un patrón claro: detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y el uso rutinario de la tortura, a menudo llevadas a cabo o supervisadas por la Policía Militar rusa. Entre las víctimas hay funcionarios locales, periodistas, funcionarios y civiles corrientes sospechosos de deslealtad. Algunas permanecen incomunicadas durante meses. A otros no se les vuelve a ver.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania de la ONU ha calificado estos actos de crímenes contra la humanidad. Y la cosa no acaba en los campos. También se ha relacionado a la policía militar rusa con la represión de protestas pacíficas, secuestros de líderes locales y campañas de intimidación destinadas a aplastar cualquier forma de resistencia a la ocupación rusa.
Paseo de la vergüenza
Los soldados que desfilen por la Plaza Roja en 2025 lo harán con todos los honores. El desfile anual del Día de la Victoria, antaño una conmemoración del papel de la Unión Soviética en la derrota de la Alemania nazi, ha asumido en los últimos años un nuevo papel político: reforzar la narrativa del Kremlin sobre la continuidad entre la victoria soviética sobre el fascismo y la actual guerra de Rusia en Ucrania.

El desfile de este año marca el 80 aniversario de la rendición nazi. Pero mientras Rusia celebrará su fiesta el 9 de mayo, la mayor parte de Europa, incluida Ucrania, lo hará un día antes, el 8 de mayo, fecha en que terminaron oficialmente las hostilidades.
A pesar de las grandes pérdidas sufridas en el campo de batalla, las tensiones económicas y el aislamiento internacional, el desfile continúa. Se espera que Vladimir Putin se dirija a la nación, elogie las acciones militares de Rusia y enmarque la guerra en curso como una extensión necesaria del papel histórico de Rusia como libertador. El acto sirve también como plataforma de reclutamiento, proyección de fuerza y símbolo de cohesión interna.
¿Y a quién honra Rusia en su Día de la Victoria? A las unidades relacionadas con el ataque con misiles de Sumy, el ataque al funeral de Hroza y los casos de tortura en Borova.






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